Una madrugada me despertó un sueño... aquí estoy
Palabras que dicen. Palabras que crean. Magia perfecta. Enigma por conquistar. Mi nombre es María Fernanda y desde muy pequeña me imaginé historias , pero mi camino en la escritura no fue fácil. Cuando era pequeña me costaba muchísimo leer, decodificar los significados, y escribía… escribía a mí manera. Mi maestra solía dibujar circulitos en muchas de mis letras, las hojas de mi compañera de banco, también tenían círculos, pero los de ella eran poquitos y de color verde, en cambio los míos eran muchos y de color rojo; parecían que unos platillos voladores se estaban a punto de llevarse ese conjunto intrincado de rayas a otro mundo. Mi boletín también tenía letras rojas, algo así como insuf. Nunca me preocupé por saber que significaba. Los especialistas decían que tenía dislexia y muchos adultos por lo bajo decían Pobrecita, hace lo que puede, dejala . En ese tiempo a los alumnos se los llamaba por el apellido, Suarez aquí está su tarea, Quesada que bien su diálogo, Rodrígue...