Reflexiones al final de mi callejón

 

A veces es necesario perderse para poder encontrarse.

Permitirse un instante de locura. 


El derrumbe llegó .


Imposibilidad de atrapar los sueños añorados.

Angustia de que las circunstancias no me permitan intentarlo.

El no sé más profundo de mi existencia,

tal vez mi salto no alcance.

Pedazos de un todo roto

soy

que voy a tener que reconstruir de a poco

 

Comienzan a encenderse de a uno, los faroles

porque llegó la noche.

Los espectadores se sientan en primera fila.

para mirar el espectáculo decadente

de lo que un día fueron mis certeras verdades.



Miro y me reconozco en mi propia historia que ya se fue.

Y un vacío que no me animaba a llenar con nada.

Me siento desnuda, en la cornisa, 

camino descalza y ahora sí,

Y ahora sí, no tengo miedo, porque sé que no voy a caer.


María Fernanda.




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Compañeras de la vida... Ellas son.